He seguido a algunos tuiteros y ellos a mí en correspondencia a los contenidos que ambos publicábamos, pero al aumentar enormemente su número de seguidores me dejaron de seguir. Supongo que para un autor con muchos seguidores está mal visto seguir a muchos, aunque también intenten aportar lo poco o mucho que saben. En linkedIn estamos conectados de igual a igual, pero en Facebook y sobre todo en Twitter la desproporción indica la importancia del perfil.
En mi opinión es como decir: “gracias por seguirme, puedes enriquecerte con mis contenidos, pero a mí no me importa nada lo que tú digas o compartas”. Una descortesía en la práctica. Quien tiene infinidad de seguidores es que -normalmente- tiene un acceso a muchos usuarios de Twitter que son alumnos, asistentes a presentaciones, emprendedores, etc. y que siguen -con frenesí- a cualquiera que les provea contenidos alrededor de sus intereses.
Cabe otra explicación -ésta más lógica- a la desproporción seguidores/seguidos y es que ese mismo perfil sólo siga a sus generadores de contenidos, inspiradores o buenas fuentes de contenidos, lo que cumpliría una doble utilidad para sus seguidores, pero no es así, normalmente contienen a otros perfiles con los que tienen compromisos sociales, así como amigos y también a toda la comunidad de personajes 2.0, esos que asisten y/o participan en todos los eventos que hay alrededor de los temas 2.0 y que todos conocemos.
No establecer nuevas relaciones es no conocer el funcionamiento de las redes sociales ni la Teoría de grafos. Lo correcto es establecer una serie de reglas y seguirlas. Lo que significa que puedes no seguir a quien no tiene tweets o está iniciándose en la red social o a quién no le interesa la temática que tratas o a quien está a la caza de seguidores y te siguen para dejar de seguirte al día siguiente (a los que persigo con ganas por estúpidos), pero la conducta -técnicamente- adecuada sería seguirte y convertirse en un verdadero nodo, en un hub de la Red. Como todos sabemos hay medios para clasificar a los seguidores de forma que podamos diferenciar sus contenidos por niveles, temáticas, etcétera.
Claro está que este es un derecho de cada uno y que hay diferentes conductas correctas, pero al menos se debería comprobar quien te ha seguido y entonces juzgar si debes corresponder y seguir a tu seguidor. Es una forma de saber cuál es la percepción de la persona que sigues y de cuál es su visión sobre ti.