Muchas veces me han comentado directivos de empresas que, la incorporación de un empleado –normalmente de alto nivel- cambió el rumbo de la empresa. Es lógico, les pasa lo mismo a las ganaderías bravas (valga la comparación), por buenos que sean sus fundamentos históricos y su situación actual, requiere de sangre nueva que asiente y confirme la existente. Esas incorporaciones temporales que provee el Interim Management, ayudan a la estructura de la empresa a tensar lo justo para mejorar sin estrés e incorpora en tiempo record metodologías, sistemas y otra visión de la situación. La universidad española creo una figura similar, es la del profesor asociado, que tiene como objetivo la incorporación a la academia de profesionales del mercado con amplia experiencia durante uno o dos años, es una muy buena idea tanto para la universidad como para la empresa. Este también es una de las claves de la llamada Empresa Abierta, saber que, por buenos que sean los de dentro, hay grandes recursos fuera de las empresas que son incorporables temporalmente y que pueden dejar un gran poso. También los Clientes tienen muchas aportaciones que hacer, por lo que hay que facilitar que depositen esa aportación en la empresa. El trabajo colaborativo es una clave del futuro, para un proyecto, para una metodología concreta que incorporar, para el logro de un objetivo, para la mejora continua en un aspecto determinado. Esa estructura de malla con recursos internos y externos es más inteligente, más productiva y es el futuro. Ponga recursos externos temporales en su empresa y sume aportaciones a su propia experiencia, será una inyección de sangre nueva que mejorará a toda la empresa. El Interim Management funciona, nuestros Clientes lo pueden atestiguar, es un reto para ambas partes que acaba mejorándolas a las dos.
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